miércoles, 11 de junio de 2008

-¿Qué era lo que querías?
-La máquina de escribir.
-¿Para?
-Que te importa, tu di me donde esta.
-En el estante de el armario de la habitación de mamá.
-¿En la habitación de mamá?
-Si.
-No puedo entrar, solo han pasado dos meses.
-Cuando regrese papá del trabajo te la dará.
-Vale, pero no se retrasará mucho no?
-No creo. Me voy a dar una vuelta después vengo.
-¿De qué vas, me dejas sola en casa?
-Si, no eres una niña.
-No por favor sabes que no puedo quedarme sola en esta casa.
-Tarde o temprano tienes que superarlo.
-Ahora no vale?
-Esta bien, juguemos al parchís.
¿Te acuerdas de lo bien que lo pasábamos con ella?
-Si, pero no quiero hablar del tema.
-Lo siento, no puedo dejar de pensar en ello.
-Me voy a ver la tele. (Sale de la habitación y se pone a llorar, su hermana le sigue y ambas se duermen tendidas en la cama, con la cara acongojada tras pasarse todo la tarde llorando).

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