viernes, 29 de febrero de 2008
-Si hacia tanto tiempo que no te veía.
-Son momentos para recordar aquellos que pasamos juntos.
-Sí, era tan bonito todo aquellos las tardes debajo del árbol de mi casa, los baños en la piscina y los besos interminables.
-Bua no me recuerdes eso, ya es pasado y no quiero volver, lo pase muy mal al igual que tu...
-Pero si lo piensas bien era bonito y no estaba mal volver a el.
-No quiero, con los golpes aprendes, y ahora paso de todo.
-Tienes razón, perdón por recordarlo, pero pense que estaría bien.
-Nada, tranquila, pero cambiemos de tema.
-Bua esta vida es una mierda, estoy arto solo llevas golpes.
-Desde los 16 pase de toda esta mierda, que no te vale para nada, por suerte eh tenido a alguien para tomar de ejemplo, y se que no vale para nada, si el presente el presente pero luego que, venga avender la moto a otro lao que prefiero ir caminando.
-Diosssss, callaroooos, no aguanto más joder hipócritas de... buff. Me callo, que tambien se callar.
-Mirarte.
-Dios para.
-Eres tan guapa que no puedo parar de observarte.
-Te quiero pichurrin.
-Yo tambien.
-Bua... no volvamos a la rutina.
Pensamos que hacer y no encontramos solución, que es esto cojones.
Paso de poesías bonitas, de frases sin pensar, y de los te quieros que vuelan de boca en boca sin parar, callaos hipócritas.
viernes, 22 de febrero de 2008
domingo, 17 de febrero de 2008
viernes, 15 de febrero de 2008
donde dibujó con su pie una señal
entre la arena mojada podía leerse:
“en cuerpo y alma tuya para siempre”.
Ella se calzó sonriendo a la nada
aun con restos de arena es los pies
húmeda y fría, satisfecha se marcha
porque su señal en la playa queda reflejada.
Él entre sombras se marcha
buscando una señal que le devuelva la confianza
y paseando medio inconsciente
llega hasta una desierta playa.
Él mira el mar, el cielo
apenado no encuentra aliento
tan solo las huellas de unos pies
que sobre la arena mojada marchan.
Ellos ya no se hablan, no se miran
no discuten, no se abrazan
lo ultimo que compartieron
fue la ola que él miraba
llevándose la señal que le dejó su amada.
Esos momentos de felicidad donde estarán quien los podra rozar y llegar a amar..., ¿por qué la vida es tan complicada, oscura y amarga?
viernes, 8 de febrero de 2008
Un día, su madre le pidió que llevase unos pasteles a su abuela que vivía al otro lado del bosque, recomendándole que no se entretuviese por el camino, pues cruzar el bosque era muy peligroso, ya que siempre andaba acechando por allí el lobo.
Caperucita Roja recogió la cesta con los pasteles y se puso en camino. La niña tenía que atravesar el bosque para llegar a casa de la Abuelita, pero no le daba miedo porque allí siempre se encontraba con muchos amigos: los pájaros, las ardillas...
De repente vio al lobo, que era enorme, delante de ella.
- ¿A dónde vas, niña?- le preguntó el lobo con su voz ronca.
- A casa de mi Abuelita- le dijo Caperucita.
- No está lejos- pensó el lobo para sí, dándose media vuelta.
Caperucita puso su cesta en la hierba y se entretuvo cogiendo flores: - El lobo se ha ido -pensó-, no tengo nada que temer. La abuela se pondrá muy contenta cuando le lleve un hermoso ramo de flores además de los pasteles.
Mientras tanto, el lobo se fue a casa de la Abuelita, llamó suavemente a la puerta y la anciana le abrió pensando que era Caperucita. Un cazador que pasaba por allí había observado la llegada del lobo.
El lobo devoró a la Abuelita y se puso el gorro rosa de la desdichada, se metió en la cama y cerró los ojos. No tuvo que esperar mucho, pues Caperucita Roja llegó enseguida, toda contenta.
La niña se acercó a la cama y vio que su abuela estaba muy cambiada.
- Abuelita, abuelita, ¡qué ojos más grandes tienes!
- Son para verte mejor- dijo el lobo tratando de imitar la voz de la abuela.
- Abuelita, abuelita, ¡qué orejas más grandes tienes!
- Son para oírte mejor- siguió diciendo el lobo.
- Abuelita, abuelita, ¡qué dientes más grandes tienes!
- Son para...¡comerte mejoooor!- y diciendo esto, el lobo malvado se abalanzó sobre la niñita y la devoró, lo mismo que había hecho con la abuelita.
Mientras tanto, el cazador se había quedado preocupado y creyendo adivinar las malas intenciones del lobo, decidió echar un vistazo a ver si todo iba bien en la casa de la Abuelita. Pidió ayuda a un segador y los dos juntos llegaron al lugar. Vieron la puerta de la casa abierta y al lobo tumbado en la cama, dormido de tan harto que estaba.
El cazador sacó su cuchillo y rajó el vientre del lobo. La Abuelita y Caperucita estaban allí, ¡vivas!.
Para castigar al lobo malo, el cazador le llenó el vientre de piedras y luego lo volvió a cerrar. Cuando el lobo despertó de su pesado sueño, sintió muchísima sed y se dirigió a un estanque próximo para beber. Como las piedras pesaban mucho, cayó en el estanque de cabeza y se ahogó.
En cuanto a Caperucita y su abuela, no sufrieron más que un gran susto, pero Caperucita Roja había aprendido la lección. Prometió a su Abuelita no hablar con ningún desconocido que se encontrara en el camino. De ahora en adelante, seguiría las juiciosas recomendaciones de su Abuelita y de su Mamá.
Y me gustaria profundizar en el interior del cuento para saber la realidad de la historia.Filosofia ;)
viernes, 1 de febrero de 2008
Perduro entre otras lamentaciones.
-Qué te dijo?
-Que le hiciera caso.
-Y tu confías en ella, o en la muerte?
-No se lo que pensar, directamente paso de todo estoy harta de llorar.
-Piensa las cosas, que tu casa todavía no tiene tejado.
Amo mis huesossu costumbre de andar rectosde levantar un semicírculopara abarcar el cielode encadenarse en filigranas diminutaspara favorecer el movimiento;amo mis huesos con sus curvassus salientesy sus cuevas profundas.
Si hubiera sido insecto,también hubiera amado mis antenascomo amo ahora mis ojos con sus cuencasy mis manos inquietasy toda esta estructuraen la cual vivoen la cual soy completa.
Y le doy gracias al discutido Diosde creación perfecta o imperfectade existencia absolutao no existencia,le doy graciasen usode mi cuerpo y su esencia.
Al menos, comprendo su intención:sé que era buena.
,jAHGSDJHABVFJHSL