viernes, 30 de mayo de 2008

Federico García Lorca.

Aquel camino
sin gente...
Aquel camino.

Aquel grillo
sin hogar...
Aquel grillo.

Y esta esquila
que se duerme...
Esta esquila.
Vicente Aleixandre.

Lo que yo no quiero
es darte palabras de ensueño,
ni propagar imagen con mis labios
en tu frente, ni con mi beso.
La punta de tu dedo,
con tu uña rosa, para mi gesto
tomo, y, en el aire hecho,
te la devuelvo.
De tu almohada, la gracia y el hueco.
Y el calor de tus ojos, ajenos.
Y la luz de tus pechos
secretos.
Como la luna en primavera,
una ventana
nos da amarilla lumbre. Y un estrecho
latir
parece que refluye a ti de mí.
No es eso. No será. Tu sentido verdadero
me lo ha dado ya el resto,
el bonito secreto,
el graciosillo hoyuelo,
la linda comisura
y el mañanero
desperezo.
Luis Cernuda.

EL VIENTO Y EL ALMA

Con tal vehemencia el viento
viene del mar, que sus sones
elementales contagian
el silencio de la noche.

Solo en tu cama le escuchas
insistente en los cristales
tocar, llorando y llamando
como perdido sin nadie.

Mas no es él quien en desvelo
te tiene, sino otra fuerza
de que tu cuerpo es hoy cárcel,
fue viento libre, y recuerda.
Pedro Salinas.

Amiga

Para cristal te quiero,
nítida y clara eres.
Para mirar al mundo,
a través de ti, puro,
de hollín o de belleza,
como lo invente el día.
Tu presencia aquí, sí,
delante de mí, siempre,
pero invisible siempre,
sin verte y verdadera.
Cristal ¡Espejo, nunca!
Rafael Alberti.

ALGUIEN

Alguien barre
y canta
y barre
(zuecos en la madrugada).
Alguien
dispara las puertas.
¡Qué miedo,
madre!
(¡Ay, los que en andas del viento,
en un velero a estas horas
vayan arando los mares!)
Alguien barre
y canta
y barre.
Algún caballo, alejándose,
imprime su pie en el eco
de la calle.
¡Qué miedo,
madre!
¡Si alguien llamara a la puerta!
¡Si se apareciera padre
con su túnica talar
chorreando!...
¡Qué horror,
madre!
Alguien barre
y canta
y barre.

Juan Ramón Jiménez.

LAS TARDES DE ENERO

Va cayendo la noche: La bruma
ha bajado a los montes el cielo:
Una lluvia menuda y monótona
humedece los árboles secos.
El rumor de sus gotas penetra
hasta el fondo sagrado del pecho,
donde el alma, dulcísima, esconde
su perfume de amor y recuerdos.
¡Cómo cae la bruma en en alma!
¡Qué tristeza de vagos misterios
en sus nieblas heladas esconden
esas tardes sin sol ni luceros!
En las tardes de rosas y brisas
los dolores se olvidan, riendo,
y las penas glaciales se ocultan
tras los ojos radiantes de fuego.
Cuando el frío desciende a la tierra,
inundando las frentes de invierno,
se reflejan las almas marchitas
a través de los pálidos cuerpos.
Y hay un algo de pena insondable
en los ojos sin lumbre del cielo,
y las largas miradas se pierden
en la nada sin fe de los sueños.
La nostalgia, tristísima, arroja
en las almas su amargo silencio,
Y los niños se duermen soñando
con ladrones y lobos hambrientos.
Los jardines se mueren de frío;
en sus largos caminos desiertos
no hay rosales cubiertos de rosas,
no hay sonrisas, suspiros ni besos.
¡Como cae la bruma en el alma
perfumada de amor y recuerdos!
¡Cuantas almas se van de la vida
estas tardes sin sol ni luceros!

jueves, 29 de mayo de 2008

Gonzalo Torrente Ballester.

Hay quien se siente capaz de sacrificar a un hombre, o a millares de hombres, por un futuro que no existe ni sabemos si exitirá; hoy menos que nunca, porque hay ya posibilidad de destruir el mundo.
Julio Llamazares.

Desde esta misma roca contemplaron la doma de los potros que habrían de montar en el combate. Junto a este mismo río levantaron sus cabañas, derramaron sus rebaños y leyendas y bebieron en el profundo licor de las grosellas.Y, en noches de luna llena como ésta, cortaron con sus hoces sagradas plantas de muérdago para ofrendar al dios de las montañas.Todavía se escucha, cuando nieva en la noche, el eco de sus flautas y cítaras perdidas.Todavía se escucha, cuando nieva en la noche, el rumor de sus gritos guerreros.Pero de nuevo brilla el sol, se deshace la nieve y el dios de las montañas queda solo.Solo y lejano como mi corazón ahora. Como mi corazón ahora.
Juan Goytisolo.

PALABRAS PARA JULIA

Tú no puedes volver atrás porque la vida ya te empuja como un aullido interminable.
Hija mía es mejor vivir con la alegría de los hombres que llorar ante el muro ciego.
Te sentirás acorralada te sentirás perdida o sola tal vez querrás no haber nacido.
Yo sé muy bien que te dirán que la vida no tiene objeto que es un asunto desgraciado.
Entonces siempre acuérdate de lo que un día yo escribí pensando en ti como ahora pienso.
La vida es bella, ya verás como a pesar de los pesares tendrás amigos, tendrás amor.
Un hombre solo, una mujer así tomados, de uno en uno son como polvo, no son nada.
Pero yo cuando te hablo a ti cuando te escribo estas palabras pienso también en otra gente.
Tu destino está en los demás tu futuro es tu propia vida tu dignidad es la de todos.
Otros esperan que resistas que les ayude tu alegría tu canción entre sus canciones.
Entonces siempre acuérdate de lo que un día yo escribí pensando en ti como ahora pienso.
Nunca te entregues ni te apartes junto al camino, nunca digas no puedo más y aquí me quedo.
La vida es bella, tú verás como a pesar de los pesares tendrás amor, tendrás amigos.
Por lo demás no hay elección y este mundo tal como es será todo tu patrimonio.
Perdóname no sé decirte nada más pero tú comprende que yo aún estoy en el camino.
Y siempre siempre acuérdate de lo que un día yo escribí pensando en ti como ahora pienso.
Camilo José Cela.

Ese amor que cada mañana cantay silba, temeroso, matutino, inútil(también silba)bajo las húmedas tejas de los más solitarios corazones-¡Ave María Purísima!-
y rosas son, o escudos, o pajaritas recién paridas,te aseguro que escupe, amoroso(también escupe)en ese pozo en el que la mirada se sobresalta.Sabes por donde voy:
tan temerosotan tarde ya(también tan sin objeto).Y amargas o semiamargas voces que todos oyenllenos de sentimiento,
no han de ser suficientes para convertirme en ese dichoso,caracol al que renuncio(también atentamente).Un ojo por insignia,un torpe labio,
y ese pez que navega nuestra sangre.Los signos de oprobio nacen dulces(también llenos de luz)y gentiles.Eran-me horroriza decirlo-muchos los años que volqué en la mar(también como las venas de tu garganta, teñida de un tímido color).
Eran-¿por qué me lo preguntas?-
dos las delgadas piernas que devoré.Quisiera peinar fecundos ríos en la barba(también acariciarlos)e inmensas cataratas de lágrimassin sosiego,
desearía, lleno de ardor, acunar allí mismo donde nadie se atreve alevantar la vista.Un muerto es un concreto(también se ríe)pensamiento que hace señas al aire.La mariposa,
aquella mariposa ruin que se nutría de las más privadassensaciones,vuela y revuela sobre los altos campanarios(también hollados campanarios)aún sin saber,como no sabe nadie,
que ese amor que cada día gritay gime, temeroso, matutino, inútil(también gime)bajo las tibias tejas de los corazones,es un amor digno de toda lástima.

viernes, 16 de mayo de 2008

-Y el me decia ven ven y yo: no que pareces un asesino y me dijo, no me juzgues que te doy con un martillo. Recuerdo que le puse una sierra en la cabeza y me llamaba zorra.
-Si tia el me llamaba zorra y yo le decia : azotame azotame
-Joder que super mega fuerte, esque no me lo puedo creer y al final le mataste no? -Claro porque empezo a llamarme puta y eso no lo consiento de ninguna manera.